¿A QUÉ VENÍA YO A LA COCINA?

Como cuando te quedas petrificada delante de la nevera abierta, de repente no sé muy bien qué hago aquí. Hace tiempo que quiero retomar esto de sentarme tranquilamente a escribir. Es algo que me sienta bien y que hace mucho que no pongo en práctica.

El último post que publiqué en este abandonado diario virtual es prepandémico y se remonta a marzo de 2018. Es meramente informativo, una review sobre un evento del que fui partícipe y que prefiero no leer porque seguramente, si lo hago, me dé vergüenza. Porque, como cantaba una tal Mari Trini, ésa no soy yo. O no soy yo en mi versión actualizada (que ya voy por la 7.0 por lo menos). Ese tipo de información propagandística o de “autobombo”, que supongo que también la habrá cuando venga al caso, tampoco me sirve. Así que, ¿de qué narices te voy a hablar entonces?

Si te soy sincera, no tengo ni la más remota idea. Supongo que lo averiguaremos pronto. Mientras tanto, me dedicaré a hacer lo que mejor se me da: IMPROVISAR (¡qué dibujo ni qué dibuja!).

También es verdad que vengo aquí rebotada por una especie de hastío algorítmico. Hace años que me harté de Facebook y solo aparezco por allí una o dos veces al año, como una sombra que no hace ruido, para ver si todo sigue en pie en ese cementerio de elefantes.

El caso es que me está empezando a pasar lo mismo con Instagram. Me estoy cansando de la cantidad de iPhones que estoy ganando últimamente, pero sobre todo me agota esa norma no escrita y lapidaria que dice que “o estás presente, o te quedas fuera”. Sin embargo, aún no he perdido las ganas de comunicar y compartir con los demás, pero quiero hacerlo desde una tribuna más libre. Por eso, ante la falta de alternativas mejores, he decidido buscar refugio en este humilde rincón que es solo mío.

Ésta es mi Villa Kunterbunt particular y aquí las normas, si las hubiera, las marco yo. Dicho esto, declaro, por Real Decreto de mis Santas Narices, que las puertas de este salón quedan abiertas para quien quiera pasar a tomar un poco de aire. Sin horarios de visita, hashtags, anuncios ni likes.

¡Hay que volver a Flickr! clamaban por ahí hace tiempo. No sé si a Flickr, Fotolog o que vuelva la moda (ésa que había allá por el Cretácico Superior) de cartearse y contarse la vida. Quiero seguir compartiendo, pero quiero hacerlo bien, bonito, cuando me apetezca y, por encima de todo, sin prisa.

Estoy cansada de contar por contar o de crear solo para rellenar un feed. Todo para mantener la atención del algoritmo y que así nadie se olvide de mí. Es una tiranía y me hace sentir aún más alienada. Puede que al mundo influencer le funcione esta dinámica (que tampoco estoy muy segura de ello), pero para el proceso creativo de cualquier persona que quiera transmitir algo es completamente ineficaz. ¿Te imaginas a un escritor viéndose forzado a compartir, día a día, página a página, la novela que quiere publicar por miedo a quedarse fuera del mercado o a que sus fans pierdan el interés?

Es absurdo.

Cualquiera que se arriesgue a la maravillosa tarea de crear algo para después compartirlo, necesita espacio para estar a solas, en silencio (joder, necesita aburrirse), lo que implica desaparecer por un periodo de tiempo. Y eso, hoy por hoy, supone “la muerte” en redes.

Este es el principal motivo por el cual la María Simavilla que escribe estas líneas se autodeclara insurrecta y hasta el moño de Instagram, Meta y su santa parentela. No voy a desaparecer de las redes, porque, ni esto es una pataleta rabiosa, ni tengo la más mínima intención de quemarme a lo bonzo (nunca he tenido alma de mártir). Lo que sí voy a hacer es trabajar en ellas desde una perspectiva mucho más relajada. Y si eso supone que el algoritmo me haga desaparecer, asumiré el riesgo. Pero seré más Pippi y menos esclava.

Ojalá que este mínusculo espacio nos devuelva un poquito de oxígeno o al menos nos ayude a aflojarnos ese “corsé”, cada día más apretado, que se nos impone desde los dominios del amigo Mark.

Después de esta declaración de intenciones que me hago ante todo a mí misma, solamente me queda lidiar con la parte más difícil, que viene con letras gordas y pesadas: CONSTANCIA. Constancia para mantener este blog a flote, la misma que tengo para trabajar en otras cosas. Eso y conseguir que tú te quedes y esto no se convierta en un monólogo ridículo. Que esta botella lanzada al mar llegue a buen puerto y no termine encallando en la isla de basura del Pacífico norte (esto es fuerte y es verdad, que no se nos olvide).

En fin, siempre se me han dado fatal los cierres. Supongo que hasta pronto.

Gracias por llegar hasta aquí y hasta la próxima carta.


14 Comments

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Carmenreply
February 18, 2022 at 3:19 pm

Que bonito escribes María!! Grande artista!!!
Comparto tus reflexiones totalmente.
No quiero ser esclava de nada ni nadie.
Te seguiré leyendo!!

msimavillareply
February 18, 2022 at 3:28 pm
– In reply to: Carmen

¡Muchas gracias por tu comentario, Carmen! ¡Un abrazo!

Maríareply
February 18, 2022 at 4:33 pm

Me encanta María!!y me parece muy acertada tu decisión!así que me quedo en tu salón para leerte cuando haga falta! abrazos

msimavillareply
February 18, 2022 at 4:36 pm
– In reply to: María

Muchas gracias, María. Estaré en ambos sitios, pero aquí muchísimo más cómoda. Eso seguro. ¡Bienvenida! 😉

Luis Roigreply
February 18, 2022 at 4:57 pm

Qué emoción da ver a la gente alejarse del Internet de las Plataformas para volver al Internet Nuestro 🙂 Y más si eres tú!

msimavillareply
February 18, 2022 at 7:30 pm
– In reply to: Luis Roig

🙂 Ya esta una cansada de sentir que estamos “de prestao”.

Marreply
February 18, 2022 at 5:04 pm

Aquí otra que está hasta la entrepierna del señor de Meta y el algoritmo de las narices. Ojalá saques tiempo y nos leamos por aquí 😊

msimavillareply
February 18, 2022 at 7:32 pm
– In reply to: Mar

Sí, no sé con qué frecuencia, pero me he propuesto no dejar que se enfríe demasiado. Me sienta bien chapurrear y aquí al menos no tengo la sensación de tirar mi pequeño esfuerzo por el retrete. Nos leemos, por supuesto! <3

Ángelareply
February 19, 2022 at 6:00 pm

Genial! ¡Que vuelva Flickr y las postales! Goodbye Mark!

msimavillareply
February 19, 2022 at 6:33 pm
– In reply to: Ángela

¡Chao, pescao! XD

Mònica Rocareply
February 24, 2022 at 2:18 pm

Me encanta María! Por fin he encontrado el momento para entrar en tu blog y leerte de nuevo desde que comentaste que lo recuperabas. Suscribo totalmente. Es una presión brutal y, sobre todo, totalmente inútil la que nos echan encima con las redes…. es imposible seguirles el ritmo que piden, a menos que te dediques a ello. Pero nosotras nos dedicamos a la ilustración, por ello nuestro tiempo se dedica a dibujar, buscar nuevos encargos, gestionar nuestro negocio, y vivir! no a crear reels, stories, posts, continuos y varias veces ¡Al día!!! que lo piden diario…

Lo siento pero no llego. Y no quiero llegar. También iré publicando cuando pueda y quiera y sea mi decisión. Y también tengo mi blog muerto. Lo recuperé durante la pandemia, y lo abandoné nuevamente….a ver si lo activo de nuevo y, como comentas, consigo ser constante con él. Por favor, sé constante tu aquí, que me gusta mucho leerte. Un abrazo.

María Simavillareply
February 25, 2022 at 2:44 pm
– In reply to: Mònica Roca

Haré lo que pueda para mantener una mínima constacia, sí. Que me digas que te gusta leerme, anima bastante! 😉
Un abrazo grande, Mónica.

Andrea Blascoreply
February 25, 2022 at 6:21 pm

Ay, cuánta razón, madre mía… Ya te lo dije, pero voy a copiarte la idea con total alevosía y creo que va a ser un poco mi salvavidas. Escribiré un poco allí, leeré un poco acá y sobretodo me olvidaré un poco de los “estreses” de sentirse poca cosa perdida entre un mar de publicaciones de gente hiperactiva en Instagram. En medio de esta pedazo de sequía creativa me viene al pelo volver atrás en el tiempo y pararme, dedicar un tiempo a leer a gente real como tú y con mucha suerte llegar a la patata a los cuatro o cinco perdidos en la World Wide Web XD.
Me va a encantar leer todo lo que escribas. Grande Simavilla. Algoritmo caca.

María Simavillareply
February 26, 2022 at 10:08 am
– In reply to: Andrea Blasco

Jo, Andrea, este comentario sí que me llega a la patata.

Cuando te pongas a escribir o a compartir cositas, espero que me invites a tu saloncito virtual. ¡Me encantará leerte! 🙂

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